sábado, 21 de diciembre de 2013

Lecciones que entran con Vaselina


Cuando era un crío de no más de cinco años me encontraba junto a mi padre cruzando la calle cuando este  me insistió en que le diera la mano. Tal fue su insistencia que yo, en mi natural curiosidad infantil no pude evitar preguntar por qué era tan importante que los niños dieran la mano a los mayores para cruzar. En un alarde de originalidad mi padre expuso con todo lujo de detalles cómo para los conductores las dos cosas más importantes son su coche y no frenar. Según su teoría lo único que hace que un conductor amante de su coche frene es el miedo a que su coche sufra algún daño y, dado que los cuerpos de los adultos son más grandes que los de los niños, los conductores frenarán al ver que un adulto se interpone en su camino por miedo a que su coche se abolle con el golpe, cosa que no harían si el obstáculo es un simple niño cuyo cuerpo apenas puede producir un rasguño.

Ríete tú de Pimp my ride

Sé que la respuesta es absurda y carente por completo de sentido, pero era la explicación que mi padre me había dado y eso no admite discusión. Es así porque lo ha dicho mi padre y porque lo ha dicho mi padre así es. El tema es que eso se metió tan dentro de mi cerebro que no fue hasta varios años después, con los pelos de los huevos bien enraizados, que me vi en una situación similar, en la que mi hermana me hizo una pregunta idéntica. Por supuesto procedí a darle la explicación que mi padre me dio años antes y por primera vez en mi vida me di cuenta de que era una explicación totalmente absurda; una explicación que no precisaba de más de dos segundos para venirse abajo.

¿Que qué quiero decir con esta historia? Que no sois conscientes, padres del mundo, del poder que vuestras palabras, hechos y enseñanzas tienen en la mente de vuestros hijos; que todo aquello que proviene de vosotros es palabra de Dios para vuestra descendencia. Es por eso que espero que en estas vacaciones de Navidad, cuando los niños estén saltando en el sillón, aburridos y pegando gritos y a alguno de los dos se os ocurra decir "Cariño, pon una peli a los críos" y el otro responda "ponles Grease (en Latinoamérica también conocida como "Brillantina"o "Vaselina"), que es muy divertida y se lo pasan genial con las canciones", alguien tenga la sensatez de NO HACERLO.

Ahora os preguntaréis:¿Grease?, pero si esa es la típica representación de colegio. ¿Quién no ha bailado o ha visto bailar en el cole el You´re the one that I want , más conocida en España como el "Boloboloboló"? Pues sí señores, Grease es una obra destinada al emputecimiento de las mujeres, es la culpa del engolfamiento de decenas de miles de niñas enamoradas, responsable de gran parte de los embarazos no deseados producidos en las cuatro últimas décadas; Grease es la anulación del individuo a unos niveles ni siquiera imaginados por Orwell, la renuncia completa al amor propio y la expresión máxima del que el fin justifica los medios.

Y los que a estas alturas pensáis que estoy loco o no habéis visto Grease o, al igual que me pasó a mí con la explicación de por qué los niños deben cruzar la carretera junto a un adulto, no os habéis planteado el montón de mierda que os han metido en la cabeza porque vuestros padres os pusieron esa película un día cualquiera de vuestra infancia. Cómo va a querer vuestra madre que os convirtáis en un trozo de carne sin voluntad ni personalidad, en qué cabeza cabe que vuestro padre os anime a renunciar a lo que deseáis por quedar bien con los amigotes (bueno, eso es más común).

Señoras y señores, creo que ha quedado claro que hoy vamos a hablar de Grease.


Estos son Danny Zuko y Sandy Olsen...

Seguramente piensas que Grease es la historia de dos adolescentes enamorados en unas vacaciones de verano que sorpresivamente se reencuentran en el instituto y tratan de encajar su viejo amor en esa nueva situación.

¡Los cojones 33!

Vamos a analizar el argumento de Grease.

Efectivamente, resulta que Danny Zuko (que no se llama John Travolta, John Travolta es el actor) se ha ido de vacaciones seguramente con sus padres y, mientras marcaba paquete por la playa se encontró en bañador rojo de lunares a Sandy (que no se llama Olivia Newton John, Olivia Newton John es una actriz que ha pasado por el cine con más pena que gloria, por cierto) y el paquete se ve que creció de tamaño. Resulta que se enamoró de la muchacha a pesar de que ella no dejara que le metiese la cosita en el agujerito. Así que se dedicó a pasar el verano moneando por la playa, cogido de la mano de Sandy, mirando las estrellas (las pocas que se pueden ver antes de las 10, que es cuando dejaba a Sandy en casa) y tomando helado mientras pensaba en lo bonito que sería bajarle las bragas a la muchacha. Y lo hacía porque estaba enamorado, porque en el fondo es un romántico y la chica le gustaba; porque como todo enamorado, no veía en su amor a un aparato genital en el que satisfacer sus instintos, sino a una personalidad atrayente que le invitaba a pasar con ella el resto de su vida.
...estos eran Olivia Newton John y John Travolta...


Total, que todo muy bonito hasta que acaba el verano, momento en el cual se dan un beso, lloran, se juran amor eterno y todas esas monadas que hemos hecho todos al final de algún verano de nuestra vida.

Hasta ahí todo muy bonito. El tema es que el destino lleva a Sandy al mismo instituto que Danny Zuko (que manda huevos, no son grandes los Estados Unidos como para que les vaya a tocar en el mismo instituto) y en la "vuelta al cole" Danny cuenta a sus amigos sus peripecias con la moza en cuestión. Obviamente, queridos amigos, no va a contar la verdad, porque si lo hiciera sus amigos le llamarían picha floja (que es como se ha llamado toda la vida a los románticos). En lugar de eso cuenta cómo virilmente salvó a la chica de una muerte segura y cómo se zumbó a la muchacha en la playa sin importarle lo más mínimo que ella se llenara el potorro de arena...vale, esto último es de mi cosecha, aunque es una consecuencia imposible de evitar en los apareamientos playeros.

Ahora llegará el típico listo que me diga que por qué presupongo que el que miente es él diciendo que se la ha tirado en la playa y no ella con eso de que el chico la llevaba a casa a las 10. Pues la respuesta es clara: lo que cuenta ella es un aburrimiento, como bien apunta Rizzo (a esta nadie la llama Stockard Channing) en Summer Nights, más conocida en España como "la de tell me more, tell me more". Nadie miente para contar un coñazo de historia.

Aquí os la dejo para que veáis que lo que he dicho hasta ahora es completamente cierto.


 Todo parece que va a ser perfecto, ni él ni ella saben que están en el mismo instituto, así que Rizzo organiza un reencuentro y...Danny se sorprende y sonríe de oreja a oreja enamoradísimo (ya os dije que era ella quien decía la verdad) pero la realidad cae sobre él a plomo. Pasado el impacto inicial, Danny ve cómo sus amigotes le miran con cara de "eres un pichafloja". En ese momento nuestro querido protagonista pone a un lado de la balanza el amor sincero de su vida con una muchacha de ensueño y que, aunque muy sosa, es de lo mejorcito que va a encontrar y del otro su popularidad e imagen pública. Por supuesto que se decanta por quedar bien delante de sus amigotes aun a costa de destrozar el corazón de la pobre Sandy que entre lágrimas acaba diciendo "Eres un farsante y un embustero y quisiera no haberte conocido nunca".

La pobre muchacha, desconsolada recibe la ayuda de su nueva amiga Frenchy (la peluquera), que la invita a la desdichada Sandy a una fiesta de pijamas en su casa. Sandy acepta pero...en qué hora lo hace, porque va a ver cómo Rizzo y las demás se descojonan de ella porque es una sosa. Y es que es verdad, es una sin gracia, pero buena persona y auténtica dentro de su "soserío".

Total, que acaba pregonando en el jardín su amor incondicional a Danny Zuko a pesar de que haya sido un cabrón. Por su parte el amado se preocupa de tunear el coche del colega en una de las canciones que más momentos vergonzosos han dado en las bodas de nuestro país: Grease Lightning.



Una vez el coche está echo un pincel, Danny y sus amigotes se van al bar del pueblo a echar la tarde y, ¡oh sorpresa!, Sandy tiene una cita con Lorenzo Lamas (su nombre es Tom en la película, pero Lorenzo Lamas es Lorenzo Lamas y, es más, es el mejor Lorenzo Lamas que ha existido nunca).

Como ya dije una vez en este blog, a la mujer que ha estado con uno no la toca ni Dios por mucho que uno ya no quiera estar con ella. No es que defienda esta última frase ni que esté de acuerdo con ella, amigas feministas (en esta entrada estoy de vuestro lado), simplemente me dedico a describir un instinto masculino primario (también es fememino, pero no quiero meterme en camisas de once varas). Así que Danny se va a disculpar con Sandy y a tratar de explicarle que delante de sus amigos tiene que demostrar que es un macho, lo cual no le permite ser el Danny Zuko del que ella se enamoró. En otras palabras, "Sandy, no voy a dejar de ser un cabrón porque debo molar a mis colegas pero no te vayas con otro que quien te quiere soy yo aunque sea incapaz de hacer sacrificio alguno por ti".
Pero resulta que Lorenzo Lamas, además de invitar a batidos de nata a Sandy (dicho esto sin ningún doble sentido) está cachas. En el calor de la discusión Danny dice tener más fuerza que "Renegado" y la rubia va y lo reta...
Chicas, esto es un hombre. Espero que, a diferencia de Sandy,  sepáis reconocer a uno cuando lo veáis.

Total, que Danny decide probar una serie de deportes con el fin de probar que puede ser tan fuerte como Lorenzo Lamas y, tras una caída de mierda (ni siquiera se rompe el chandal) saltando obstáculos Sandy va como loca tras él. "Danny ¿te has hecho daño?" pregunta asustada. Danny no contesta y Sandy insiste: "al menos podrías hablarme después de cómo te has portado conmigo". Y el amigo Zuko tiene los huevos toreros de preguntar "¿Cómo me he portado?".

¿Qué hace Sandy? ¿Le cruza la cara y le manda al carajo? ¿Se indigna y no le vuelve a dirigir la palabra? No, queridos padres de futuras adolescentes, no. Muy al contrario, se alegra de que por fin su hombre se decida a responder a su pregunta. Estáis construyendo una personalidad arrolladora en vuestras hijas. Con ejemplos como este seguro que el día de mañana consiguen ser independientes emocionalmente hablando. Porque cuando el primer chulo de barrio las humille delante de los demás por no quedar mal, ellas saldrán a la mínima corriendo tras él, alegres de que éste les dirija la palabra.

¿Por dónde íbamos? Ah, sí, que tras ese alarde de romanticismo que supone intercambiar palabras con la pobre muchacha, la invita al baile. Ahí todo empieza muy bien hasta que hay un concurso que premia a la mejor pareja de baile. Danny y Sandy demuestran ser muy diestros en esto de menear el esqueleto y, cuando está a punto de acabar la cosa, una lagarta arrebata a Danny de los brazos de Sandy, para acabar el baile como su pareja. Cualquier persona enamorada saldría tras la muchacha y finalizaría el baile con ella...pero claro, lo primero es la popularidad. ¿Por qué iba a salir corriendo tras ella si está en juego el concurso de baile?

Después de esta escena, Sandy demuestra tener el ego de una lata de fabada asturiana de marca blanca y acepta ir al auto-cine con Danny. Tal vez, pensará ella, quiera disculparse conmigo...
Pues no, Sandy, no. No quiere disculpase contigo, quiere meterte mano y echarte un casquete nada romántico en el coche, porque todos sus amigos se cepillan a sus novias y a ti no te ha visto ni medio pezón. Así que, después de contemplar horrorizada cómo su amado se ha lanzado a la desesperada a por su teta derecha, la muchacha por primera vez en toda la película, en un alarde de amor propio manda al carajo al chulo de playa ese y le deja tirado en el auto-cine. Tras lo cual Danny Zuko canta una baladita completamente prescindible y aburrida en la que, entre otras lindezas, dice a Sandy que tal vez en el cielo tengan tiempo para estar juntos (porque él no va a estar sin echar un casquete hasta el matrimonio y soportando las burlas de sus amigotes, lo primero es lo primero). Si creéis que miento, echad un repaso a la letra de la canción "Sandy" (no voy a colgarla aquí, que va a quedar esto muy cargado de vídeos. Haced vosotros algo, que Youtube no muerde)

El típico truco de pasar la mano por encima del hombro...

Nos vamos acercando ya al final de la peli. Sandy va a ver una carrera clandestina de coches provocada por no se qué gilipollez tipo "yo la tengo más larga" en la que finalmente, sale ganando su amadísimo Danny Zuko. Aunque en un principio iba a hablar con él, probablemente de su vergonzoso e impúdico comportamiento en el auto-cine, al verlo celebrando la victoria algo cambia en su mente. Repentinamente decide que dentro de ella debe haber algo más que candidez y recatamiento y, que para ser feliz, precisa de la ayuda de su amiga Frenchy.

¿Para qué necesita Sandy a Frenchy? ¿Tal vez para reafirmarse como mujer? ¿Puede que quiera encontrar junto a ella una vía de hacer que el Danny que conoce se convierta en aquel antiguo Danny de la playa? No, necesita a su amiga para transformar a la recatada Sandy que ha sido siempre en la tía más guarra del instituto.

¿Que no te lo crees? Tú no has visto Grease.

A la izquierda está la novia que querrías para tu hijo y a la derecha la muchacha a la que preguntas cuánto cobra. 

La última escena de la película es en una especie de parque de atracciones en el que los estudiantes celebran el fin de curso. Danny llega y por un momento confiesa a sus amigos que va a hacerse deportista y que por encima de esa antigua vida que llevaba con ellos está agradara a Sandy. Parece muy decidido hasta que se presenta la susodicha disfrazada de pendón verbenero; de la tipa más fresca y deseosa de sexo que haya visto el instituto en toda su historia... Le falta tiempo a Danny para quitarse la chaqueta del equipo de atletismo y mandarla a tomar por el culo. Si ha conseguido que la recatada, inocente y buena muchacha que conoció en la playa se convierta en una golfa de cuidado, para qué va a intentar hacer cambios que la agraden. Ya le puede meter la cosita en el agujerito, que es de lo que se trata.

Sí señores el You're the one that I want  de Grease, no es nada más que la resignación vital de una prometedora jovencita que entiende que tener personalidad no le llevará a nada y que es mucho mejor hacerse un putón que perder a un chico.

Hala, os la cuelgo para que se la pongáis a vuestras hijas, ya veréis qué monas cuando se os presenten en casa con un bombo a los 15 años.




- Hija, con lo buena que tú eras ¿cómo has dejado que este chulo de barrio te deje embarazada?
- Papá, como lo vi en esa peli que tanto me ponías de pequeña...¿Cómo se llamaba? Ah, sí Grease...pues pensé que no era nada malo convertirme en todo aquello en lo que el chico que me gusta quiere que me convierta y...claro, me llevó al auto-cine y...no pude resistirme.

A eso lo llamaría yo justicia divina.


...y estos son Olivia Newton John y John Travolta deseándoos felices fiestas.